sábado, 10 de diciembre de 2011

Generaciones

Recientemente, ha sido publicado en España el nuevo libro de Marc Prensky: "Enseñar a nativos digitales". Este profesor, orador, escritor y asesor educativo estadounidense fue quien acuñó los términos "inmigrantes digitales" y "nativos digitales" para referirse a profesores y alumnos en este siglo XXI, respectivamente.

Ahora, Prensky nos presenta un nuevo término: coasociación, que se refiere al tipo de pedagogía donde los alumnos se especializan en la búsqueda y presentación de los contenidos a través de la tecnología, mientras que los profesores se ocupan de guiar a los estudiantes, proporcionándoles preguntas y contextos, diseñando el proceso de aprendizaje y garantizando su calidad.

El término en inglés que utiliza Presnky es partnering -quizás más esclarecedor que el término al que se traduce en español- y se define por un conjunto de valores como el trabajo entre iguales, la tolerancia, el respeto, etc. Sin embargo, parece un término que no casa con lo que supuestamente define, en cuanto a valores, a la llamada Generación Z, integrada por los nativos digitales de los que él nos habla, los nacidos en los últimos quince años en medio de un despliegue tecnológico como no lo hubo antes.

Estos niños del siglo XXI han estado tecnológicamente conectados desde que nacieron y  no ven como algo extraordinario  a la Internet, puesto que para ellos es lo más normal del mundo, porque no conocieron cómo eran las cosas antes. Se dice que son una generación más antisocial que las anteriores, aunque se predice que estará dotada, en el futuro aún incierto, de una fuerte conciencia laboral y ética, aunque, por otro lado, no creen en los estudios formales, sino más bien en el aprendizaje autodidacta a través de las TIC.

Sin embargo, siendo una generación tan joven, pero con tanto potencial, creo que divulgadores del cambio en la educación como Prensky atestiguan con sus estudios que esta generación digital está falta de herramientas relacionadas con el desarrollo de habilidades sociales, y es papel de la educación dotarlos de ellas, sin que la individualidad que los caracteriza se vea afectada, sino más bien a favor del trabajo colaborativo donde las diferencias personales vengan a enriquecer a la globalidad.

He ahí donde la docencia puede garantizar que sus deseos se realicen, deseos por una educación conectada con sus intereses reales. Pero ahora es todo muy confuso, los profesores se sienten desorientados y preocupados, y demandan especialmente su formación en el uso de la tecnología. Sin embargo, Prensky apunta que esa no es la cuestión. El profesor que quiera aprender a usar la tecnología puede hacerlo, contará con algo de ventaja, pero lo realmente relevante en la formación del profesorado es entender por qué la tecnología es importante en el aprendizaje y cómo debe ser utilizada por sus alumnos, porque son estos los que deben utilizarla.

Esto viene a confimar que la brecha digital de la que se dice que existe entre esta generación y las generaciones anteriores (la Generación Y y, anterior a esta, la Generación X), es el fruto de lo que ha acontecido siempre entre generaciones, la falta de entendimiento, debida principalmente a la falta de escucha. Prensky ha escuchado a los niños de hoy y estos dicen que quieren que se les valore y se les tenga en cuenta, que quieren poder seguir sus pasiones, que quieren poder crear con las herramientas de su tiempo, que quieren trabajar cooperando en proyectos, que desean conectar su educación con la realidad en que viven.

Si te apetece ver y escuchar otras ideas de Marc Prensky sobre educación, te recomiendo ver este vídeo que he colocado en mi blog: No me molestes, mamá, estoy aprendiendo.


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