Le prestidigitateur

Prestidigitateur es la palabra en francés que se corresponde con prestidigitador en español. En esta sección quiero compartir contigo mis ganas de ser maestra y la magia que yo creo que envuelve a esta profesión. La razón del título de esta sección tiene detrás una pequeña historia.

Aprendí la palabra prestidigitador cuando tenía siete años. Estábamos mi hermano y yo esperando para bajar las escaleras principales de nuestra escuela, para participar en el pase de disfraces que se acostumbraba a hacer cada año en la fiesta de carnavales, cuando una maestra me preguntó cómo se llamaba nuestro disfraz, para poder anunciarlo. Yo le contesté que ibamos disfrazados de magos, pero ella me dijo que en verdad ibamos disfrazados de prestidigitadores. Yo me quedé tan encantada con aquella palabra, que ya nunca la olvidé y, cuando alguien me preguntaba por mi disfraz, yo la repetía sin parar.


Ahora me encuentro aquí, queriendo ser como aquella maestra e intentando crear  ilusión, gracias a la tecnología, en este mágico espacio de acción. Como expresó Forges en su viñeta, son muchas las funciones que desempeñan los maestros, pero ninguna de ellas tiene sentido si no se maneja la varita mágica del afecto y la comprensión. Por ello, yo quiero añadir a su lista prestidigitador.

 
¡QUÉ PAYASOS!

Para seguir completando la lista de quehaceres de un maestro, voy a compartir contigo mi trabajo reciente en la asignatura Taller de Fotografía. He querido hacer un homenaje, primero, a mis compañeros de clase, y luego, a todos esos maestros que, cuando salen de casa para ir a la escuela, no se olvidan NUNCA ni la varita mágica, ni la nariz de payaso.


 
Gracias a mis compañeras Yaiza, Gara y Lucía por ser tan encantadoramente payasas.

¡PONLE RITMO!

Voy a añadir a la lista algo que le robo a mi profesor de Nuevas Tecnologías: los maestros deben ser Disc-jockeys, porque son los encargados de ponerle ritmo al aprendizaje de los niños, combinando actividades y materiales, con los que desarrollar contenidos que suenen bien a los oídos de estos y que los pongan en movimiento con mucha marcha.

 
¡SABOR!
 
Se sabe que no hay recetas únicas en esto de la Educación. Sin embargo, nada mejor que probar variantes del recetario educacional internacional, para conseguir los platos más sabrosos. El maestro se transforma así en el Chef, porque no se limita a cocinar, sino que pone a disposición de los niños los mejores productos y técnicas de eleaboración, para luego darles la oportunidad de mezclar, batir, rebozar, freír y hasta chamuscar. En definitiva,  les permite descubrir, en base a su propia experiencia como pinches de cocina, la diversidad de la educogastronomía.