Halloween es una festividad muy popular en Gran Bretaña, Irlanda y Estados Unidos de América. Se celebra tal día como hoy, 31 de octubre, en la víspera del Día de Todos los Santos. Así, el nombre Halloween es el resultado de la contracción de All Hallows' Eve.
La mayoría de las celebraciones tienen lugar después del anochecer. Los niños se disfrazan de brujas, fantasmas y otras criaturas horripilantes, y van por ahí asustando a sus amigos. Portan farolillos (jack-o-lanterns) y tocan en las puertas de los vecinos diciendo "Trick or Treat!".
Hasta ahí, más o menos lo que la mayoría de los niños españoles pueden saber de Halloween. Si bien, algunos maestros van un poco más allá y acercan los aspectos culturales de la lengua extranjera, no solo supeditados a lo que acontece en el mercadillo cultural internacional desde hace unos años, sino interesados por desvelar a los niños los orígenes de la tradición celta y su celebración del final del verano (Festival of Samhain), así como el legado legendario de los druidas, de quienes se dice que hacían predicciones sobre el tiempo, las cosechas, la salud, etc.
Creo que es interesante que se cuente más a los niños. Siendo una época tan mágica, se presta mucho a contar esas leyendas celtas, que son una fuente muy rica de información sobre el porqué de las cosas que se hacen ahora.
Por ejemplo, lo de las golosinas. Se dice que se debe a la creencia de que en esta época del año, las hadas venían en busca de ofrendas y que si no las coseguían, engañaban a los humanos y se los llevaban con ellas a su mundo mágico.
En aquellos tiempos, las gentes usaban en sus juegos las manzanas, como elementos sagrados para predecir la buena suerte. Hoy en día, los niños juegan, por ejemplo, a atrapar con los dientes manzanas que flotan en un cuenco de agua, o también comen pastel de manzana y beben sidra para bajar esta y otras delicias.
Sin embargo, los niños de hoy son herederos de otras tradiciones, porque en algún momento los ritos paganos fueron reemplazados por los cristianos, desvirtuándose el sentido de la celebración. Claro que, ahora corren otros tiempos, y pocos creen ya en hadas, brujas o fantasmas. Así que algunos tenemos que procurar que no se pierda la magia, como Billy Reid y sus fantásticos Zach y Reggie.
Have a happy creepy Halloween!
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